ENTREVISTA
SORAYA EL ACHKAR
SORAYA EL ACHKAR
07/12/12.- La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) nació como resultado de las luchas de activistas de derechos humanos, investigadores, docentes y funcionarios policiales que apoyaron los procesos generados desde la Comisión Nacional para la Reforma Policial (Conarepol).
En el año 2009, en el marco de la Misión Alma Mater, adquiere legalmente su identidad. Asumió el reto de crecer como una institución universitaria especializada en la profesionalización y desarrollo integral de la seguridad ciudadana.
Al frente de esta novel alma mater de la seguridad, se encuentra la activista de Derechos Humanos, Soraya El Achkar quien, según dijo, aceptó esta responsabilidad “por mandato de los familiares de las víctimas de hijos muertos por abuso policial y violación de Derechos Humanos (DDHH). Estas personas me emplazaron para que asumiera el proceso de reforma y de formación policial, además de un compromiso político en esa área, porque la mayoría de los familiares de las víctimas exigen que ni un policía más atente contra la vida de nuestro pueblo”.
Con ella conversamos sobre los basamentos filosóficos en los cuales se sustenta la universidad.
—¿Cuál es la visión y el espíritu de la UNES?
—La UNES tiene un enfoque muy interesante porque no es una escuela ni una academia de policía. Es una universidad que ensaya generar procesos de organización comunitaria. Los profesores están comprometidos con su pueblo. Se combina la teoría con la práctica y las experiencias de vida. Está organizada en dos vicerrectorados: uno de Desarrollo Académico y otro es de Creación Intelectual y Vinculación Social los cuales están dedicados no sólo al desarrollo de los planes de estudios, sino a la formación profesoral, a la investigación y a la generación de políticas públicas en seguridad. Su espíritu es la práctica, la acción y la teoría. Es decir, cómo lograr la combinación entre garantizar seguridad por la vía de la convivencia, de la formación de los órganos de seguridad y por la investigación.
—¿Cuál es la visión que tiene este centro de estudios, de la seguridad?
—Desde la UNES diseñamos la Gran Misión A Toda Vida Venezuela con un enfoque distinto al asumido por el país históricamente, como fue la seguridad vinculada al orden público y a la represión. La intervención en el tema de la seguridad debe ser parte del Ejecutivo Nacional y de otros poderes. Es decir, no podemos hablar de seguridad cuando hay impunidad, no podemos hablar de seguridad sin un sistema penitenciario, sin un sistema acusatorio cuya competencia corresponde al Ministerio Público, o de las sentencias definitivamente firmes que dicta el Tribunal Supremo de Justicia.
SEGURIDAD Y ARTICULACIÓN
La rectora recalcó que cuando se habla de seguridad se está refiriendo a la posibilidad de generar acuerdos institucionales entre distintas agencias del Estado (todos los ministerios) que logren garantizar paz y tranquilidad a nuestro pueblo. “No estamos hablando de policías en la calle sino de todos los órganos de seguridad, porque consideramos que esto va más allá de lo estrictamente establecido. Tiene que ver con las condiciones en las cuales tú vives. Por ejemplo, si una familia habita en una zona de riesgo hay que garantizarle protección y menos vulnerabilidad. Por eso hablamos también de bomberos, de protección civil, de investigación penal, del patrullero”. Aseveró que el abordaje integral implica la disminución de la violencia, de la impunidad, el esclarecimiento del delito, las sanciones y el respeto por el Estado de derecho.
A su juicio, tal como lo anunció esta semana la presidenta del TSJ, Luisa Estella Morales, es necesario que en cada parroquia, en cada municipio, haya un tribunal para atender delitos menores cuya sanción sea menor a ocho años de prisión. “Ya hay fiscalías municipales en varios estados del país; la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, está tomando la iniciativa, por lo cual la felicitamos grandemente”.
—¿Esa articulación interinstitucional se ha logrado?
—Esta articulación aún no se ha logrado porque el país cuando se descentralizó en el año 89, cada quien agarró su nombre, se fragmentó el país desde el punto de vista político-territorial, y (desde esa época) cada agencia (ministerio) hace lo que piensa, está en lo suyo y afecta la posibilidad de garantizar la seguridad. Esta materia está relacionada con el bienestar social, con la posibilidad de que tú tengas trabajo y ejerzas libremente tus derechos. El Achkar indicó que “lamentablemente los más afectados por la violencia son los jóvenes entre 15 y 30 años de edad, por la desocupación juvenil, por el núcleo familiar débil, por la falta de sentido de identidad y la inexistencia de un grupo de afiliados”.
—¿Cuál es la visión que se plantea en la UNES sobre los derechos humanos?
—Los derechos humanos son el eje vertebrador de toda la formación policial, de los custodios e investigadores penales. La fuerza policial tiene que regirse por los principios de respeto a la dignidad humana. En las asignaturas abordamos este tema y transversaliza el enfoque de esta institución porque fue el espíritu por el cual nació esta alma mater. Las armas nunca más pueden utilizarse en contra de la dignidad del pueblo, sólo cuando sea estrictamente necesario en defensa propia y en defensa de terceros y estrictamente apegados a las necesidades y al Estado de derecho.
—¿Cómo se concibe el nuevo policía y cuál es la diferencia con el funcionario formado antes?
—El policía de hoy se forma bajo los principios orientadores de la Constitución de 1999, la cual es garantista, consagra los DDHH. Están entrenados en el uso diferenciado y progresivo de la fuerza, en el uso de la fuerza potencialmente mortal. Es una policía técnicamente entrenada. Están capacitados para disminuir el nivel de resistencia que coloca el ciudadano sin violar los derechos fundamentales. Es un policía que entiende el contexto político, social y se forma políticamente. Comprende hacia dónde va el Estado venezolano con el Socialismo del siglo XXI. Ha tomado conciencia de que nuestro pueblo ha sido criminalizado y victimizado, panorama que se debe revertir.
—¿Cuándo se consolidará la transformación policial?
—Es un proceso largo, es una tarea con alcaldes y gobernadores a quienes les corresponde hacer el trabajo con sus cuerpos policiales. Se necesita voluntad política y financiera de estas autoridades para impulsar el nuevo modelo policial.
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Tres años de logros
En tres años de gestión, la rectora de la UNES enumeró los logros: el primero, haber graduado más de 30 mil personas en el área de entrenamiento, migración, reentrenamiento y en la formación básica especializada de Formación Policial y en Servicio Penitenciario. Segundo, inició un entrenamiento continuo para las policías municipales y estadales. “Había 90 mil policías que no habían tenido la oportunidad de estudiar y 17% de ellos no son bachilleres”, dijo El Achkar. Agregó que ahora hay 20 mil policías municipales y estadales capacitándose. El tercer logro es el punto y círculo, es decir, el trabajo permanente de vinculación social, “nuestros profesores trabajan tres días a la semana en la comunidad y en las escuelas, hacen un diagnóstico sobre las áreas de violencia, ayudan al proceso de organización comunitaria y crean mecanismos de resolución de conflictos. Y el cuarto, la aprobación de cuatro leyes, 28 resoluciones, redacción de dos reglamentos, practiguías, manuales, asistencia técnica a otras instituciones y la UNES desplegada en el país.
