lunes, 13 de mayo de 2013

DOCENTES EN DERECHOS HUMANOS CONDENAN HECHOS DE VIOLENCIA Y CONVOCAN A PROMOVER LA DIGNIDAD HUMANA




Nuevamente un conjunto de hogares venezolanos se visten de luto por el asesinato de familiares que, siguiendo sus convicciones políticas, fueron víctimas de hechos violentos en ocasión de los resultados de las elecciones presidenciales del 14 de Abril de 2013, las cuales dieron como ganador al Presidente Nicolás Maduro Moros y que la oposición política liderada por Henrique Capriles Radonski se niega a reconocer. Un número relevante de heridos también es resultado nefasto de estos hechos.

En la actualidad, en los ámbitos intelectuales y militantes, los derechos humanos son considerados  como productos sociales, culturales y políticos, que tienen una diversidad de interpretaciones. La visión dominante hasta ahora ha sido la liberal, que limita los derechos a libertades y normas, centra la vigilancia en las responsabilidades estatales y tiene una atención preferencial a procedimientos que permiten a las víctimas recurrir ante mecanismos internacionales, que no por casualidad, responden a intereses imperiales que en estos últimos catorce años han tenido como objetivo político deslegitimar el proceso de cambios sociales venezolano.

Algunas organizaciones de derechos humanos reunidas en el Foro por la Vida, han presentado denuncias públicas donde se sitúan como víctimas y colocan a los derechos en una posición “neutral” desde donde favorecen a los sectores de poder, justificando su actuación y colocándose al servicio de los grupos más extremos que buscan acceder al poder del Estado violentando las instituciones y los métodos democráticos. Los derechos humanos no son neutrales, expresan los intereses de quienes hacen uso de ellos al  servicio del poder, estos derechos así concebidos encubren el orden de las elites facilitándoles un discurso “políticamente correcto”, bajo el cual intentan presentarse como “los buenos” y alcanzar legitimidad nacional e internacional, manipulando a la opinión pública.

Entendemos que los derechos humanos expresan el objetivo de “vivir en dignidad”, expresión que recoge las expectativas de vida buena de múltiples sectores sociales, cuyas luchas históricas han abierto, progresivamente, el acceso a los bienes (materiales y espirituales) entendidos como derechos, mediante normas, instituciones y políticas públicas. Reconocemos que la Revolución Bolivariana, liderada durante más de una década por el Compañero Presidente Hugo Chávez Frías, ha constituido un espacio para el avance sistemático y progresivo de los derechos humanos en Venezuela, con énfasis en el ámbito de los derechos sociales.

Nuestro trabajo como docentes-militantes en derechos humanos constituye una acción política que va más allá del marco procedimental e institucional y se asume como plataforma para acompañar luchas y recrear formas de convivencia social que amplíen los horizontes de la dignidad humana de las mayorías históricamente excluidas. En este, sentido, presentamos a continuación una serie de razones que elaboramos como aporte a la reflexión pública ante los lamentables hechos ocurridos en Venezuela entre el 15 y 18 de abril y para ampliar la comprensión social de la realidad política y del rol de los derechos humanos en una sociedad como la venezolana.

1.- Consideramos que en el marco de la Revolución Bolivariana, las misiones sociales han significado el acceso a derechos sociales como salud, alimentación y vivienda, solo por nombrar algunos, los cuales habían sido históricamente negados a las mayorías empobrecidas en Venezuela. En su totalidad y diversidad constituyen el transcendental legado del Compañero Presidente Hugo Chávez Frías en materia de derechos humanos. Colocar en riesgo estos logros se traduce en una violación a los derechos humanos de las y los venezolanos porque atenta contra el núcleo de garantías que hacen posible que nuestro pueblo pueda vivir en dignidad.

2.- La visión hegemónica liberal de derechos humanos es  “Estadocéntrica”, pues concibe al Estado como  único violador de dichos derechos. Desde la perspectiva crítica que asumimos se considera que las organizaciones e instituciones con fines políticos, económicos y mercantiles, tanto de cobertura nacional como internacional, que concentran suficiente poder para competir con el Estado y sus instituciones en la planificación, producción, organización y distribución de bienes, pueden afectar negativamente el bienestar social de las poblaciones nacionales, por lo que son susceptibles de que sus acciones se consideren delitos que pudieran  ser calificados como violaciones a derechos humanos. En este sentido, la utilización de parte del Sr. Capriles Radonski de los medios de comunicación masivos para difundir su mensaje de desacato al boletín emitido por el órgano rector electoral nacional (CNE) y para convocar a sus seguidores a manifestar en la calle su descontento, con un saldo lamentable de nueve (9) personas asesinadas, decenas de heridos y bienes públicos dañados, constituye un caso que ilustra convincentemente como  otras organizaciones e instituciones de poder distintas al Estado pueden afectar gravemente la convivencia social.

3.- Las organizaciones de derechos humanos articuladas en torno al Foro por la Vida han presentado denuncias públicas donde presentan los hechos descontextualizados, abandonando, por un lado, su rol como altavoces de las denuncias sobre los riesgos que corrieron los derechos sociales por la acción vandálica de grupos exaltados, y por otro lado, su compromiso como mediadores en situaciones de conflicto. Más lamentable aún, fue su actuación al invisibilizar los asesinatos de venezolanas y venezolanos ocurridos entre el 15 y 16 de abril. Luego del reclamo hecho por voceros del gobierno nacional ante su parcializada actitud, estas ONG se sitúan como víctimas de “persecución” y esgrimen argumentos propios de una organización política, colocándose claramente a favor de los sectores de poder que durante décadas han alimentado el sistema burgués de dominación que es la causa incontestable de las violaciones a derechos humanos en Venezuela. Nos referimos a los dueños del capital, de los medios masivos de comunicación, a empresarios y líderes políticos de derecha.

4.- No es casualidad que las víctimas de los hechos violentos sean personas de sectores populares identificadas como chavistas y que sus atacantes sean personas que reaccionaron al llamado del líder de un partido político surgido de la clase media y cuyo componente racista está a la vista. No es un secreto que la discriminación por color de piel y extracción social está ampliamente registrada entre las características del modelo social que heredamos del período colonial y que se consolidó en Venezuela con la democracia representativa de la Cuarta República. Lo más grave es que estos sectores que han sido desplazados de las esferas del poder, han asumido una actitud fascista e intentan presentar la violencia política contra los pobres como un hecho inexistente y estas ONG de derechos humanos, en connivencia con los medios de comunicación privados, han prestado su prestigio y la confianza que les han otorgado el pueblo y el Estado venezolano para tan deshumanizada operación. Contrariando inclusive sus prácticas pasadas, estas organizaciones han invisibilizado a las víctimas directas de la violencia generada, reemplazándolas mediáticamente a través de su  propia victimización, y en tanto, atribuyéndose el protagonismo en  esta coyuntura postelectoral.

5.- Estas organizaciones, se hacen eco de interpretaciones conservadoras en ámbitos como el del derecho a la vida y el derecho a la manifestación pacífica, que no son derechos absolutos y que tienen interpretaciones más amplias. Para ellas el único problema relevante fue que el Estado violó el derecho a la manifestación por no permitir que el candidato opositor continuara con sus planes desestabilizadores convocando a una manifestación masiva en Caracas. Desde la perspectiva crítica es fundamental un análisis histórico y de contexto para la aproximación a los hechos, en este caso la historia reciente (golpe de abril 2002) aconsejaba no autorizar la marcha convocada por Capriles Radonski al CNE, porque había que prevenir la repetición del escenario de violencia y sangre que justificó aquel Golpe de Estado.

6.- Las organizaciones del Foro por la Vida, reproducen el enfoque liberal de derechos y se colocan del lado de los opresores cuando se limitan a cuestionar las instituciones del Estado, particularmente el árbitro electoral (CNE), un poder autónomo que cuenta con una gran legitimidad internacional y único con la capacidad se mediar en un contexto electoral de vital significación para la vida republicana, ¿No saben estas ONG que con su actitud menoscaban la base institucional que contiene y puede canalizar la violencia de origen político?.  De este modo, promueven el debilitamiento de las instancias políticas nacionales de resolución de conflictos, optando por propiciar la acción interventora de instancias internacionales.

7.- Estas organizaciones de derechos, invisibilizaron el clima de violencia generado por los medios y redes sociales que amplificaron el llamado a “descargar la arrechera” hecho por el candidato Capriles Radonski. Incluso desde la perspectiva liberal, la apología a la violencia es un límite a derechos como los de libertad de expresión, de participación y manifestación. En esta situación quedó demostrado cómo pueden generarse elevados niveles de violencia mediante la manipulación de información a través de las redes sociales y los medios de comunicación, maniobra que contribuye a crear un estado de angustia y desasosiego en la sociedad que no se corresponde con la realidad. Estas son tácticas de guerra psicológica utilizadas para amedrentar y desmovilizar al pueblo frente a las acciones vandálicas que estimularon las cuales incluso en una situación de guerra violan el derecho al resguardo de las instituciones civiles, especialmente los centros de salud. ¿Por qué las organizaciones de derechos humanos articuladas en el Foro por la Vida  guardaron silencio ante esta manipulación? Este silencio es cómplice de nuevas formas de intervención extranjera que los imperios han implementado en el mundo y no dudamos que quieran implementar en Venezuela. La historia mundial del Siglo XX reseña con dolor el caso Ruanda y otros similares de manejo mediático para generar fascismo social y el enfrentamiento de pueblo contra pueblo. Nos muestra cómo las “Revoluciones de Colores”, fueron liderizadas por “estudiantes” financiados y apoyados desde el extranjero. No puede ocultar esta historia las operaciones de Estados Unidos  y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)  para armar, entrenar y financiar a grupos mercenarios infiltrados en la “población democrática opositora” en Libia y en Siria, para derrocar violentamente a gobiernos antimperialistas. Grupos armados que son convertidos después por el cartel de medios de difusión masiva del imperio en ejércitos “rebeldes” que defienden la “democracia”, la “libertad” y los “derechos humanos” y que luego de ser utilizados para generar una guerra civil fomentada por campañas mediáticas, “abren la puerta y sirven la mesa” para que los ejércitos de las potencias militaristas euronorteamericanas intervengan bajo el disfraz de “invasiones humanitarias”, violando flagrante e impunemente los derechos a la soberanía y autodeterminación de los pueblos.

9.- Como docentes y militantes de los derechos humanos, reconocemos que si bien el Estado venezolano tiene unas responsabilidades, con pautas claras en el ordenamiento jurídico nacional e internacional, también hay sectores que han colocado los derechos en riesgo al desconocer la institucionalidad establecida. En otros términos estas organizaciones de derechos humanos al centrar su discurso exclusivamente en el Estado, invisibilizan la acción pública de los sectores políticos que han promovido los recientes hechos de violencia.

La perspectiva crítica de los derechos humanos, que asumimos como activistas y docentes, está al servicio del desmontaje y la denuncia de las prácticas del Sistema Mundo Capitalista/Colonial/Patriarcal y Racista en el que vivimos y que atenta contra la dignidad humana por múltiples vías. Desde esta perspectiva buscamos develar los discursos y practicas liberales de derechos humanos, visibilizando que son parte de la estructura político-cultural al servicio de los grupos dominantes y de los sectores que siempre han gozado de privilegios limitando los derechos de las grandes mayorías.

Los derechos humanos concebidos y reforzados institucionalmente por la burguesía, están al servicio de las prácticas de regulación social, favoreciendo a los intereses y actores dominantes del sistema capitalista organizado en función de las lógicas de acumulación y consumo. La versión convencional y hegemónica de los derechos humanos neutraliza los contenidos emancipatorios de dichos derechos, limitando sus alcances como productos sociohistóricos que expresan transferencia de poder. Así, los derechos humanos liberales hacen parte de la globalización neoliberal, bajo la cual seguimos teniendo derechos en términos abstractos, incorpóreos, mientras se niega, viola o mercantiliza la dignidad humana en la realidad social, concreta, que viven millones de seres humanos. Nuestra apuesta como docentes y militantes en derechos humanos es a favor de otra teoría/perspectiva de los dichos derechos, que se construye desde la mirada de las y los explotados y excluidos, que  busca enriquecer sus interpretaciones de la realidad y coloca a su servicio herramientas jurídicas y políticas destinadas a potenciar el horizonte de sus luchas

Apostamos por la repolitización de la sociedad venezolana y la recuperación del interés por lo público, el deber de ocuparnos por lo que es de todas y todos. Convocamos a participar activamente en la construcción del bienestar colectivo, retando los valores individualistas, liberales, que guían el modelo capitalista. Convocamos al quehacer social y colectivo de reivindicar los derechos, a ampliar la “potencia” y la “capacidad” que tienen las personas de actuar en el mundo para transformarlo.

Firmamos: Maryluz Guillén Rodríguez C.I.V-11.557.841; Gregorio Pérez Almeida C.I.V-637.307; Albis Eduardo Mayora Pernía C.I.V- 12.716.230; Héctor Gutiérrez C.I.V-6.976.989; Fanny Cubillan C.I.V-5.796.546; Ingrid Sánchez Lugo C.I.V- 9.064.839; Fernando Javier Bello Salas C.I.V-13.983.879; Erick Gutiérrez C.I.V- 6.976.990;