jueves, 15 de noviembre de 2012

Hoy se abre un camino a la verdad FABRICIO OJEDA


“Hoy se abre un camino a la verdad”

15/11/12.-La justicia tarda pero llega. Marianela Ojeda, hija del luchador revolucionario Fabricio Ojeda, no tiene duda de que hoy se está abriendo un camino a la verdad tras los hechos que rodearon la muerte de este periodista, maestro y combatiente revolucionario, cuyos restos serán exhumados hoy en el Cementerio General del Sur.
“A mi papá lo mataron física y moralmente”, afirma Marianela al recordar cómo el aparato represivo del Estado anunció su muerte, como un presunto suicidio, el 21 de junio de 1966.
“Fue un simulacro de suicidio. Mi padre no se quitó la vida, yo lo sé, él no era un cobarde. Por eso es que es importante para nosotros que se sepa la verdad”, dijo su hija en entrevista para Ciudad CCS.
Es por esta razón, que los familiares de Ojeda solicitaron la reapertura del caso ante el Ministerio Público, en el marco de la investigación que realiza la Dirección de Derechos Fundamentales sobre más de 120 casos de tortura, asesinatos y desapariciones ejecutadas por organismos de seguridad del Estado durante la Cuarta República.
Ojeda apareció ahorcado en una celda del Servicio de Inteligencia de la Fuerzas Armadas (SIFA) el 21 de junio de 1966. Su cuerpo registraba signos de tortura, según aseguraron quienes lo vieron. El Gobierno anunció un suicidio.
“Queremos la verdad pero también que los responsables paguen por sus culpas. La gente no entiende las consecuencias que nos trajo a la familia su muerte, no sólo lo mataron a él, asesinaron una familia”, manifiesta Marianela, con voz tranquila, “Somos fuertes, pero todo nos afectó psicológicamente”.
Para Marianela, la reapertura del caso, realizada a solicitud del Ministerio Público, por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), abre el camino para limpiar el nombre de su familia y rescatar la memoria histórica para las futuras generaciones.
“La verdad. Eso sería lo más grande que me podría pasar. Darle a la juventud la oportunidad de conocer la bestialidad, los crímenes y asesinatos que se vivieron en esa época y nunca salieron a luz de la historia”, apunta la hija de Ojeda.
No parece haber dudas. A 46 años de la muerte de Fabricio Ojeda, son muchos los casos que como éste esconden el silencio inculcado por el aparato represivo instalado durante 40 años de democracia representativa.
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Un luchador insigne por la Revolución
Fabricio Ojeda nació en Boconó, Trujillo, el 6 de febrero de 1929. Periodista de profesión, maestro de oficio, luchador social por vocación, presidió la Junta Patriótica que logró derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958. Marxista-leninista, Ojeda militó en el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y en la Unión Republicana Democrática (URD) con la que llegó a la Cámara de Diputados del Congreso en 1958. El 30 de junio de 1962, pronunció un histórico discurso para anunciar su ingreso a la lucha armada. Miembro fundador de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), fue detenido y sentenciado a 18 años de presidio por rebelión militar ese mismo año pero logró fugarse de la cárcel. No obstante, el 19 de junio de 1966, Ojeda fue apresado en La Guaira. Cuatro días después su cuerpo fue hallado ahorcado en su celda.
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Fiscalía: “existen dudas razonables para abrir el caso”
El cuerpo de Fabricio Ojeda será exhumado hoy en el Cementario General del Sur.
Funcionarios del Ministerio Público, miembros del Frente de Familiares y Amigos de desaparecidos, torturados y asesinados durante la IV República por motivos políticos, así como los deudos de Ojeda estarán en el acto.
La exhumación fue ordenada por el Tribunal 4° de Control de Área Metropolitana de Caracas (AMC) a petición de los fiscales nacionales 8º, 39º y 80º, Mery Gómez; Juan Carlos Tabares y Elvis Rodríguez, respectivamente.
El objetivo es realizar una investigación forense que determine las causas de la muerte de Ojeda.
Dentro del cúmulo de irregularidades del caso, se cuentan el que no existe una sola fotografía de Ojeda en la sala de autopsias; que no se le permitió a sus familiares observar el cadáver; no se realizó un levantamiento planimétrico para determinar la altura del nudo de la cuerda con la que la víctima presuntamente se quitó la vida, así como el tamaño del taburete que sorprendentemente no tocó ni tumbó al suelo y que se encontraba muy cerca del cadáver.
Los fiscales consideran que existen elementos para presumir que se produjo una violación a los derechos humanos, específicamente un homicidio calificado con alevosía por motivos fútiles e innobles perpetrado por funcionarios del Estado, reseñó una nota de prensa del Ministerio Público.