Ímber Acosta, integrante del Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos del barrio José Félix Ribas, de Petare, municipio Sucre del estado Miranda, indicó este martes que las organizaciones de usuarios de la televisión hacen seguimiento a programas que transmiten antivalores, con el objetivo de presentar nuevas denuncias y lograr que este medio de comunicación se enfoque en el objetivo de educar.
Acosta, en compañía de otros miembros de comités de usuarios, ofreció este martes una rueda de prensa para manifestar su apoyo a la decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de sacar del aire las telenovelas colombianas Rosario Tijeras y El Capo, que transmitían las televisoras privadas Venevisión y Televen, respectivamente.
Expresó su beneplácito por la medida y rechazó el silencio de la Iglesia frente al contenido que transmitían estas producciones, lo que consideró un apoyo tácito a la violencia que, tal como dijo, difundían tales dramáticos.
Acusó a los canales de tv de impulsar la transculturación en el país, con “telenovelas colombianas que presentan el narcotráfico, la prostitución, la violencia y el sicariato, temáticas que no son propias de nuestra cultura”.
También resaltó que están preocupados por la transmisión por el canal privado Globovisión de una entrevista al presunto narcotraficante venezolano Walid Makled.
“Se presenta en los medios como una persona digna y honesta, cuando es un narcotraficante y un delincuente solicitado por la justicia de Venezuela y de Estados Unidos”, apuntó.
Por su parte, Israel Marín, del Frente de Usuarios para la Defensa de Derechos Comunicacionales, apuntó que próximamente presentarán denuncias sobre algunos programas que transmite Venevisión.
Ratificó que su rechazo a las que denominó como narconovelas obedecen a su contenido y a que sus promociones se difundían en horario apto para todo público. “En ellas se explica cómo disparar, evadir la justicia y comprar la conciencia”, puntualizó.
Cirilo Cazorla, del Comité de Usuarios del barrio Santa Cruz del Este, del municipio Baruta del estado Miranda, ratificó que apoyan la suspensión de las producciones dramáticas porque difundían antivalores, entre los que citó que “delinquir es bueno o ser narcotraficante es una forma de salir adelante”.
La transmisión de Rosario Tijeras y El Capo fue suspendida el pasado 28 de octubre, luego de denuncias de los comités de usuarios y un comunicado emitido por el Centro de Estudios sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana (Fundacredesa), que alertó que la trama alusiva al tráfico, distribución y consumo de drogas pone en peligro el equilibrio psicológico de los televidentes.